Pitcher Mariano Rivera se retira para servir al Señor.

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Credito:(Agencias/ VyV – NUEVA YORK).-

 Fundacion Venezolana de Atletas Cristianos

El mundo fue testigo del anuncio que realizó hace un par de meses el pitcher de los Yankees de Nueva York, Mariano Rivera. Lo que no cubrieron los medios de comunicación fue su motivo real. Si bien es cierto que el pelotero está avanzado en edad para lo que requiere este deporte, su real razón para retirarse es dedicarse por completo a la obra de Dios en conjunto con su familia.
Mariano Rivera es un beisbolista conocido por su labor en el montículo. Este pitcher panameño, pero radicado en los EE.UU por años, también ha dejado en claro su fe al Señor y junto al béisbol, ha desarrollado labores de caridad y atención para los más necesitados.
Tuvo una larga carrera con los Yankees de Nueva York como pitcher cerrador y sus lanzamientos lograron salvar muchos juegos. Pero Mariano no sólo vivía para el béisbol. Desde sus 21 años decidió aceptar a Jesús en su corazón como único Señor y Salvador y hacer su vida útil en las manos de Dios.
Rivera sabía desde un principio a quien atribuirle su talento en el campo de juego: al Señor. «Yo no hablo de religión, yo hablo de una relación con Dios. Yo sé que Dios es mi salvador. Él es mi Padre» comentó.

Sirviéndole a Dios
Clara Rivera, su esposa, está respondiendo al llamado que Dios le hizo como pastora de una congregación llamada Refugio de Esperanza, que se encuentra aún en construcción y de la cual se espera que esté lista para finales de este año.
De acuerdo a su página web, Refugio de Esperanza es una iglesia comprometida a la restauración de su comunidad y su visión es hacerlo a través de proyectos y de programas especiales preparados y entregados con una genuina demostración del amor de Dios. La iglesia donará comida, ropa y recursos para los más necesitados.
Actualmente está desarrollando un centro de enseñanza para niños y adolescentes de Nueva Rochelle -localidad donde se ubica la iglesia-, que ofrecerá ayuda educacional, programas deportivos y actividades extracurriculares. «La juventud es nuestro poder para la próxima generación», comentó Clara Rivera en una entrevista al Times de Los Ángeles. «Y si nadie los cuida, los vamos a perder. Yo quiero hacer mi parte. Es mi nuevo trabajo ayudarlos», agregó.
Mientras que los Rivera esperan a que termine la construcción de la iglesia, su congregación ya está creciendo. Desde el año 2009, un pequeño grupo de personas se ha estado reuniendo en su casa para estudiar la Palabra de Dios, pero cuando este grupo comenzó a crecer, se dieron cuenta de la necesidad de organizar una iglesia local. «Mi casa no es tan grande», dijo el pelotero Mariano Rivera. «Sólo cabemos 50 personas, 60 máximo. No importa quien venga, siempre y cuando ame a Dios. Si no lo ama, trabajaremos con esa persona para indicarle el camino correcto», agregó Rivera.
Aunque Mariano Rivera será recordado como un favorito por los fans del béisbol en Nueva York, se retirará de su carrera al terminar esta temporada 2013 para concentrarse en plantar iglesias. Pero no sólo lo hará en Nueva York, puesto que planea plantar iglesias como ya ha hecho en México, República Dominicana, en el estado de Florida y la ciudad de California y ahora en Nueva York, EE.UU.
En el año 2011, Mariano compró el edificio abandonado de la histórica iglesia presbiteriana en la Avenida Norte, y actualmente ha hecho una inversión para su renovación. «Esta es mi manera de servirle al Señor y de devolverle algo a la comunidad», le comentó a la Revista New York. «Nueva Rochelle fue el primer lugar a donde vine cuando me mudé de Panamá, y me enamoré de él».

La Fundación Mariano Rivera
La Fundación Mariano Rivera y su obra de caridad, si bien es cierto que no es anónima, si es discreta. Esta fundación actualmente apoya, por lo menos, a dos centros de computación en zonas poco privilegiadas en Panamá, ha restaurado una iglesia cristiana, así como ha creado un centro comunitario en Nueva Rochelle, Nueva York. Mariano ha brindado apoyo a muchísimas otras causas que no han sido documentadas públicamente, por su misma discreción.
Mariano Rivera es un fiel cristiano, mucha de su labor con la fundación se manifiesta a través de su iglesia. Su guante de béisbol es famoso por tener grabada la cita de Filipenses 4:13: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Cuando Mariano, el jugador, habla de su fe en Dios y lo que esta ha hecho dentro del béisbol, le atribuye todo don a su Creador.
Recientemente, le comentó al periódico Tampa Bay Tribune sobre su juego: «Nadie me enseñó a lanzar como lo hago. Nadie me dijo cómo lanzar el «cortador» (lanzamiento característico de Mariano), ningún hombre lo hizo, sólo Dios lo hizo. Este lanzamiento le pertenece al Señor», dijo.
Otra de las obras de la Fundación Mariano Rivera fue el pasado noviembre, cuando la fundación donó a través del restaurante de Rivera en alianza con el Servicio Comunitario Hope, 42 comidas para niños y sus familias para la celebración de ‘Acción de Gracias’.

Sobre los Rivera y su fe
La pareja se conoció en su natal Panamá cuando eran un par de jóvenes y su fe siempre ha sido importante para ellos. Cuando el menor de sus tres hijos nació, Carla tuvo un parto complicado y traumatizante. Carla sufrió de una hemorragia severa justo después de dar a luz, lo que hizo que su fe en Cristo se afianzara aún más y ganara fuerzas a través del Señor. Una década después, esa misma fe es la que los sostiene en este nuevo camino que emprenden al comenzar una iglesia.
Clara, quien confirmó su fe en Dios a sus 25 años de edad dice: «Creo en Dios y mi deseo es complacerlo siempre».
«Dios me ha puesto en un lugar especial para hablar de Él. Esto nada tiene que ver con el béisbol. Yo estoy donde estoy para hablar de Dios y sólo de Él», dijo Mariano Rivera.
Actualmente Rivera continúa su labor junto a su familia, en una nueva iglesia y buscando ayudar a cuantas personas necesitada pueda a través de su fundación.
Mariano Rivera cerró su carrera como beisbolista con broche de oro en su reciente participación en el Juego de las Estrellas, donde tuvo la oportunidad de lanzar en la octava entrada y de recibir el reconocimiento como «Jugador más Valioso» del encuentro, el pasado 16 de julio.
Mariano quien siempre le ha atribuido su talento en este deporte a Dios, comentó que la experiencia en ese juego «fue especial».
Ahora Rivera y su familia servirán a Dios enfocados en continuar con la labor que el Señor les encomendó.