Los miembros de la MUD salieron a buscar respaldo para un golpe de estado y fueron pateados en varios países.
Unos se fueron a norte América, otros a centro América y otros al sur. Por supuesto les dieron una bue “acogida” en Miami, donde algunos alcaldes les prometieron apoyo, en El Salvador fuero “pateados” y en Paraguay les dieron un “parao”.
Los apátridas venezolanos y venezolanas (si se les puede decir así) celebraban que algunos parlamentos de países sigüí del imperio le dieron el respaldo a los traidores para una intervención de los EEUU en suelo venezolano.
Los disociados de la oposición, los que no les importa que destruyan el país a bombazos, creen, están convencidos que el mundo es EEUU y que si el Tío Sam te dice algo debes acatarlo de inmediato so pena de ser castigado.
Venezuela se liberó de ese yugo, gracias al Comandante Chávez, y ahora somos libres, soberanos y reconocidos por el mundo, por el verdadero mundo, el que está a nuestro lado en América, el que está al otro lado del mar en Europa, en Asia, en Oceanía y en África.
La oposición debe dar gracias a que el Comandante eterno Hugo Chávez no propuso la pena de muerte para los apátridas dentro de la constitución, pero cuenten con una celda en una de nuestras cárceles que, gracias a la revolución, contarán con condiciones dignas de reclusión.
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